Siendo la segunda vez, no pensaba que tantas cosas me pudieran sorprender de la ciudad. Incluso, volver a los mismos sitios, había un cambio, conocí cosas nuevas sobre ellos y, también, me trajeron grandes recuerdos de mi anterior experiencia en Grecia. Así que, sin lugar a duda, volvería mil y unas veces.

Cada viaje tiene su historia, cada momento su recuerdo y cada experiencia un sin fin de sentimientos. Ahora miro con nostalgia esos días de frío, apenas ha llegado el calor a Roma y ya, en cierto modo, extraño esos días en Polonia. Ya no solo por la comida, la cultura, estar de viaje con mis compañeras de piso… También por las mil aventuras que vivimos en tan poco tiempo. Perdernos, conocernos, descubrir. Cada lugar me sorprendía más de Polonia. Tras varios días en Cracovia, de irnos con un sabor agridulce (una ciudad que nos encantó, por su historia pero, que también, nos rompió el corazón por la de masacres, tristeza y dolor que vivieron). Ahora una guagua (autobús) nos llevaría a nuestro próximo destino, Varsovia.

Creo que cada viaje te cambia un poco, no solo la forma de ser o pensar, sino, que también, te ayuda a creer, a conocerte y a crecer. Eso es lo que me gusta de este proyecto. No solo que me haga crecer, ver lugares diferentes, culturas, costumbres…

Sabemos que en Roma hay tanto que ver que, por experiencia propia, aunque vivas aquí durante un año, no es suficiente, cada día te sorprende más. Es por ello, por lo que hemos decido hacer esta pequeña lista de lugares diferentes que ver. Una ciudad llena de arte, diversas civilizaciones, inmensa cultura, y tanto, pero que tanto conocer. Aquí le dejamos nuestra lista para hacer un viaje diferente a la ciudad eterna, Roma:

El pueblo reserva elementos típicamente italianos, con sus calles estrechas, flores en el pretil y las famosas vespas a las puertas de las calles, lo que lo hace una parada obligatoria para quien está por esa zona. Es por ello, por lo que, para llegar al centro de la ciudad, cogimos una guagua (un bus) en la parada de Porto Vespucci, en Formia, y en apenas 15 minutos ya llegamos al nuestro destino, Gaeta.

Tanto hay por ver en Italia, que teníamos claro que uno de nuestros destinos sería Génova. Ya no solo por el encanto que aporta esta ciudad costera cercana a Milán (dónde nos quedábamos), sino, también, por poder aprovechar el aire marino que tanto extrañamos en Roma. Y no es precisamente porque la capital esté lejos del mar, pero es que Génova tiene una esencia, sus calles, su gente, el paisaje, su pesto (típico de esta zona), etc. Que te dan ganas de siempre volver.

¿Nuestro destino? Berlín. ¿Qué mejor forma de prepararnos para navidad que con una buena dosis de mercadillos navideños en Alemania? El principal problema de nuestro viaje fue el tiempo. Teníamos claro que el frío sería nuestro compañero de aventuras, pero creo que cuando peor lo pasamos fue al ir a ver el campo de concentración. Pero bueno, empecemos por el principio

onocer Florencia es como tener una clase en vivo sobre arte, cultura y historia. Es la ciudad ubicada en el corazón de la Toscana, región central de Italia. La cuna del Renacimiento y uno de los más bellos destinos del país. Turistear cada detalle suyo es saber más sobre Michelangelo, Da Vinci, Botticelli y otros grandes artistas italianos.

La isla de las sorpresas, Fuerteventura Uno de los viajes más maravillosos que recordamos mi compañera, Verónica González, y yo, fue ese viaje a Fuerteventura. Una experiencia en el que no solo la gastronomía nos cautivó, sino, tmabién, nos encantó su gente, sus paisajes, sus playas, etc. Conocimos un montón de gente sobre todo en...

París conocida como la ciudad de las luces y del amor, la ciudad más poblada de Francia. Una ciudad que tiene de todo, historia, moda, arte, etc. Si quieres ir disfrutar de grandes monumentos, tardes bohemias, momentos románticos o tardes de comprar, París es tu destino. En mi experiencia, París es una ciudad que te quita el habla.