Cuando pensamos en canales es inevitable que a nuestra cabeza venga Venecia o Ámsterdam. Sin embargo, Portugal también tiene su pequeña ciudad de canales que descubrimos un poco en busca de playas con encanto en este país más allá del Algarve. Sobre todo, porque necesitábamos un lugar que estuviera de camino entre Porto y Lisboa. Así fue como a través de la recomendación de unos amigos descubrimos Aveiro. Y desde que llegamos, aunque el tiempo al principio no fue el mejor, a pesar de ser verano, valió la pena totalmente.
Es un destino que la verdad recomiendo para pasar dos o tres días si tienes coche porque así podrás disfrutar de esta bonita ciudad y de las playas cercanas a ella. Además, entre sus colores, su arquitectura y su gente, acabarás enamorándote de la ciudad y de esas barcas tan bonitas con las que recorrerás el canal. Prepara tu mochila que comenzamos la aventura.
Esta ciudad con unos 60.000 habitantes, aproximadamente, tuvo en sus tiempos una fama y buena economía considerable debido a cómo sus navío alcanzaban Terranova. Sin embargo, durante el s. XVI, al encontrarse el emplazamiento de la ciudad más alejado a la vera del mar, se dio un colapso del desarrollo portuario. No obstante, en la actualidad la ciudad goza de un gran atractivo turístico que la hace que visiten miles de personas al año.
Esta información la hemos extraído de la página Guiarte que hace un buen análisis de la ciudad, lugares que conocer y sobre su historia ciertos apuntes muy interesantes.
Uno de los personajes relevantes de la historia de Aveiro sería la princesa Santa Joana, la cual pudimos conocer su sepulcro en el antiguo convento en el que residió. También conocida como Joana de Portugal y patrona de la ciudad de Aveiro, fue una princesa muy querida por su pueblo. Este cariño a la princesa se debió a que siempre estuvo ahí para dar pan a las personas hambrientas, limosnas a los pobres y ropa a aquellos que más lo necesitaban. Llegó incluso a ser regente de Portugal. Una persona que dedicaría su vida a las personas de menos recursos y a su vocación religiosa alejándose de los privilegios de la corona.
Aunque es una ciudad que en pocos días puedes conocer, es cierto que es un lugar perfecto para descansar y desconectar. Sobre todo, para poder empaparte de su cultura y colores. Por eso, te hemos preparado una lista de los lugares que tienes que visitar en tu recorrido por la ciudad:
Un dato curioso es que cuando estás conociendo la Costa Nova o el Faro de Barra también has visitado la ciudad de Ílhavo. Pero, ahora lo importante, ¿por qué estas casitas son de estos colores y rayas? En concreto, era conocidas por el nombre de «palheiros», es decir, pajares y que principalmente se usaban como almacén para los pescadores. Sin embargo, no sería hasta el siglo XIX en la que estas construcciones tan características se convertiría en casas veraniegas.
Algo característico de sus estructuras, es que todas son muy semejantes y aunque varían en los colores, siendo principalmente verdes, rojas y amarillas, lo cierto es que todas tienen las rayas horizontales y verticales. Además, no sé si te has fijado, pero justo son los mismo colores que se emplean en Aveiro para las góndolas, los famosos mouliceiros, que ya te adelantamos anteriormente.
Si estás viajando en coche, aprovechamos para hacerte algunas recomendaciones de pueblos o ciudades que están cerca de Aveiro. Así podrás disfrutar doblemente tu aventura descubriendo algunas de las joyas que están tan cerca de esta hermosa ciudad:
Esta aventura se acaba por el momento, pero tranquilo/a que pronto te traeremos un nuevo artículo. De nuevo agradecerte tu apoyo a nuestra iniciativa viajera que hace posible que semana a semana te traigamos nuevas novedades, consejos y reportajes viajeros. Nos despedimos por el momento, pero recuerda, nunca dejes de viajar, descubrir, conocer nuevas culturas generando un impacto positivo en los lugares que visitas. Nosotros estamos de paso, entonces tenemos que ser respetuosos/as con el lugar que estamos visitando y con su gente. ¡Hasta la próximas mi niño/a!