¿Cómo es vivir en Bolonia?

3 años ago
Verónica González
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La experiencia erasmus en Bolonia

Nunca había planeado hacer mi Erasmus en Italia. No había estado en el país y tampoco conocía el idioma. Creo que fue la reputación de la universidad de Bolonia y la imposibilidad de conseguir plaza (solo se ofertaba una para mi titulación) lo que me llevó a presentar esta ciudad como primera opción. Estaba segurísima de que no me la iban a conceder. Y me la concedieron. 

Así, sin absolutamente ninguna referencia de la cultura italiana y sin saber decir siquiera “Buongiorno”, comenzó mi aventura boloñesa. Y digo “aventura” porque en esos 6 meses que duró mi Erasmus se condensaron tantas vicisitudes que se me hace difícil pensar en otra etapa de mi vida que la iguale en intensidad. Por eso, cada vez que hablo de Bolonia se me hace un nudito en el estómago, pero intentaré no ponerme demasiado sentimental y pasar a los datos útiles.

Vamos allá

Wanda (A) – Bologna (Bolonia)

• Debido a los precios desorbitados de la vivienda en Bolonia y a que llegué tarde (como siempre) me vi obligada a compartir habitación. Lejos de lo que parece, fue lo mejor que me pudo pasar. Mi compañera de habitación, a la que, por supuesto, no había visto antes en mi vida, se terminó convirtiendo en una de mis mejores amigas (no solo del Erasmus) y me presentó al que sería mi grupo. A mí me salió bien, pero si estás pensando irte a Bolonia de intercambio te recomiendo que no seas como yo y que busques casa con mucha antelación para que, preferiblemente, puedas tener una habitación únicamente para ti (una singola, como la llaman allí). Ten en cuenta esto especialmente si te vas el segundo cuatrimestre, porque es un momento en el que la búsqueda es aún más difícil

• Ir a comprar era todo un acontecimiento. En primer lugar, porque todo era carísimo y, en segundo lugar, porque el único sitio que me podía permitir era un Lidl que, como todos los supermercados de esta cadena, estaba en un polígono nada pintoresco. Eso sí, tenía mucha variedad de pasta (pero nada de pescado). Yo vivía cerca de la estación de Bologna Centrale (lejos y a la vez cerca de todo). Allí hay otro supermercado (el equivalente al Spar) donde todo era más caro, pero te puede sacar de un apuro. Mi recomendación es que, a no ser que nades en dinero, hagas lo mismo que yo y vayas a Lidl. No es donde encontrarás más variedad, pero al menos no te endeudarás.

Camina, observa, habla con la gente

Más cosas sobre la ciudad

• Para lo relativamente pequeña que es la ciudad, me sorprendió la cantidad de bibliotecas y discotecas que tiene. Sí, un poco de cada cosa. Aprovechando estas instalaciones, estudié muchísimo y salí de fiesta muchísimo. En este punto quería recomendar algunas discotecas, pero tristemente muchas han cerrado debido a la pandemia. No obstante, estoy segura de que, vayas cuando vayas, la noche de Bolonia habrá resurgido de sus cenizas. No te la pierdas. 

• Un aspecto muy positivo de Bolonia es que para los estudiantes el transporte en autobús cuesta solo 10 euros al año. Sí, sí. Al año. Siempre me pareció algo increíble. 

• Como ya he dicho, todo en Bolonia no es caro, sino carísimo. Pero para salvar tu bolsillo ya estoy yo. Si te quieres tomar una cervecita con tus amigos sin que eso suponga un atraco, te recomiendo el Bar Balanzone, cerca de la Piazza Verdi. Allí te puedes tomar una Peroni por 1 euro (o algo así). De nada. 

Broche final a esta maravilla historia en Bolonia

• Un último consejo es que camines mucho. Aunque el autobús te salga 10 euros al año. Camina, observa, habla con la gente. Bolonia no solo es una ciudad preciosa, sino que también es muy viva. Cuando el frío empieza a amainar, las calles acogen multitud de eventos culturales. Mi recomendación, si no sabes italiano o quieres mejorarlo, es que vayas todo lo que puedas al cine. Así es como yo aprendí. No podría enumerar todos los sitios o las calles que debes visitar en Bolonia, porque para mí deberías recorrerlas todas. Una buena introducción puede ser seguir la pista de los 7 secretos de Bolonia. Hay infinidad de artículos sobre ello, por lo que no me extenderé más en eso, simplemente lo dejo como sugerencia. A partir de ahí, investiga. Sé curioso con la ciudad, porque más allá de Due Torri y la Piazza Maggiore, tiene muchas más sorpresas esperando a ser descubiertas. 

Si te estás planteando Bolonia como destino Erasmus, solo puedo animarte a que lo hagas. Estoy segura de que en unos años estarás escribiendo sobre esta ciudad con el cariño con el que lo estoy haciendo yo.

Autor: Verónica González

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