Verano festivalero, siguiente destino, Cabo de Plata

5 años ago
Andreína Pérez
629

Escribo este post mientras vuelvo a casa, han pasado un par de meses de este viaje, pero el momento de escribirlo es ahora. Ya no solo por la falta de tiempo, sino porque los recuerdos ahora son más vívidos y más añorados. Cada experiencia que nos une y nos separa será siempre recordada. Un viaje planeado con mucho tiempo y amor. Un reencuentro esperado tras una aventura que había llegado a su fin. Nos vamos a Cádiz para juntarnos las romanas más españolas que nunca conocería Cabo de Plata.IMG_20191114_125009_699

Toda esta aventura comienza un día cualquiera en el que Montse, mi compañera de piso, tras repetirnos mil veces su gran experiencia en el Cabo de Plata, nos termina por convencer para ir con ella este año. Apenas llevábamos unos meses en Roma y la sombra de las despedidas estaba presente día a día. Por eso, planear un reencuentro nunca fue una mala idea, aunque fuera tan precipitado y nos quedara mucho por vivir en Roma. Así que nos unimos y compramos todas el pack para irnos a Cabo de Plata. Lo que yo no dejaba de pensar era el camping, a ver como haría para aguantar la luz, el ruido y casi cuatro días de fiesta constante. Spoiler, al final lo conseguí.

La verdad que, como somos un desastre de personas, dejamos la organización del camping para el último momento. Teniendo en cuenta que lo habíamos comprado con tanta antelación (para que saliera barato y no se agotara el campamento Terra), pagamos por dormir allí y todos los conciertos unos 40 euros más o menos. Cosa que me parece super barato, porque aparte de tener derecho a camping, literal que estabas a 5 minutos de los conciertos (de los escenarios) y a 10 de la playa. Toda una maravilla. Eso sí, ya pueden llevar insecticidas y de todo (y aún así les picarán), porque es lo peor de la experiencia).

Al dormir bajo árboles creo que lo mejor es llegar lo antes posible, para poder coger una zona de sombra. Sino a la mañana se despertarán del calor de la tienda de campaña. En Decathlon hay de todo tipo y precios, son de buena calidad y baratísimas. Además, cosas obligatorias a llevar, además de 2000000 insecticidas es agua, un saco de dormir (aunque recomendamos esterillas de estas que se hinchan o colchones inflables), protección solar (vamos clarísimo) y una sudadera, nunca viene mal. Y la ropa es lo menos que te debe preocupar, estas de festival, puedes ir todo lo marronero que quieras, así que ni te preocupes no es el Coachella.

img_20191114_125124_022.jpg

Cabo de Plata consta de 3 escenarios, coordinados perfectamente para que puedas casi estar en todos los conciertos. Además, la bebida dentro me sorprendió lo barata que era. Eso sí, compren el vaso grande de plástico grande y guárdenlo como si fuera oro. Que sino tendrán que comprar uno todos los días. También, en la parte exterior cuentan con una parte, rollo bar camping, en el que todo el mundo hacía botellón, y dónde venden packs de bebida. Te dan hielo, vasos, alcohol y refresco. SI lo compran antes de empezar le festival, cuando salen, les saldrá mucho más barato. Pero, además, también, disponen de diferentes ventas cercanas para comprar lo que necesiten.

En cuanto a la comida, hay por el paseo marítimo, junto a la playa, diferentes restaurantes con menús super económicos. Incluso, algo que hicimos nosotras, era comprar por día, para que la comida no se pusiera mala. Y si están cansados de las duchas del camping (quizás junto a los baños lo peor organizado y lo que más sucio estaba) pueden ir a peluquerías que por dos euros o menos te lavan el móvil. Un dato curioso, es que en mil sitios te dejaban cargar le móvil o tenían sitios que cobraban por cargarlo, sobre todo, casas particulares, me sorprendió un montón. Y los gaditanos son un amor, te sientes como en casa, son super amables y cercanos.

Recuerdo un día que fuimos a ver a una amiga al pueblo de al lado, tuvimos que coger la guagua (el autobús)  para ir pero a la vuelta no teníamos medios para ir, porque llegábamos tarde al concierto para prepararnos y todo. Y la gente nos indicó dónde ir y que era seguro hacer autostop. Conocimos a un señor super majísimo que nos dejó la mar de cerca y super atento.

Respecto a los conciertos, es como estar en otro mundo. Aunque no conocía ni a la mitad del cartel se respiraba un ambiente tan animado que no podías evitar contagiarte de la atmósfera. Cada día probábamos un plato nuevo dentro en el festival. Descubrimos diversos cantantes que nos encantaron. La verdad es que me sorprendió mucho Cabo de Plata, para mi fue todo un descubrimiento. Todos los días conocías gente nueva. Era un no parar. Día de resaca en la playa, moreno perfecto. El mar, la gente, la música. Era una desconexión total. Así que se los recomendamos totalmente. Ya saben, este año toca Cabo de Plata.

Autor: Andreína Pérez

Deja una respuesta