Nos levantamos a la una y media de la madrugada y cruzamos el desierto durante horas hasta llegar a la frontera con Sudán. El sueño y el frío desaparecieron por completo al ver aquellas fachadas de 20 metros de altura excavadas en la roca. Los templos de Ramsés II y de su esposa Nefertari se iluminaban en la oscuridad, acompañándose en la gran inmensidad de soledad que les rodeaba.
ÁFRICA
Viajerxs
2 años ago
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