Cambio de perspectiva, choque cultural, paciencia, desapego por lo material… todo esto fueron puntos que pude probar en mi viaje a Marruecos, un país que estaba pendiente en mi lista de sitios a conocer. ¿Qué les parece si empezamos por Marrakech?
Allí el estilo de vida es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. La gente tiene sus propios puestos en las calles, vendiendo comida, especias, ropa, suvenires, etc. Los pequeños de la casa también colaboran con sus padres, ya que desde muy pequeños puedes verlos por calles vendiendo.
Hoy toca Tánger Antes de ir a Tánger me dijeron que era la ciudad que juntaba lo tradicional, moderno e histórico en muy poco espacio. En un principio no les creí hasta que lo ví con mis propios ojos. Nada más bajarme del barco, me encuentré con todo el puerto marítimo reformado a disposición del...