Este año nos tocan las navidades en Madrid, ya sea por seguridad de los nuestros, ya sea por evitar excesiva movilidad, varios motivos me llevaron a esta decisión. Y aquí estoy despidiendo este año tan atípico para todos con una última publicación que cierre esta etapa. Este post de Madrid es diferente a los reportajes que suelo hacer. Y sí, en este post no voy a hacer recomendaciones de las luces ni de qué hacer en Madrid.
Este año ha sido difícil para todos. Siento que todos hemos dejado una parte de nosotros muy importante en sobrevivir a este año. Y sí, hablo de sobrevivir. De nuevos comienzos. De miedo en cada llamada. De despedidas. Ha sido un año diferente y quizás único. Y sí, hemos visto cómo muchas oportunidades se nos escapaban de las manos. Como el terror se adueñaba de nuestras vidas y como sentíamos que esto nunca acabaría.
A pesar de todo, ha sido un año bonito. No por el año en sí. Pero sí por las personas que lo acompañan. Personas que han estado de un modo u otro. Por el contacto sin contacto. Por las charlas de horas y horas. Por un confinamiento que nunca creímos vivir y que nos llevó a sacar lo peor y mejor de nosotros mismos. Y sí, no ha sido nuestro año, pero quizás sí.
Ha sido un año de reencuentros, de lágrimas, de amaneceres en la playa. De mucho trabajo, de ver como todo terminaba. De mucho, pero mucho miedo. No por mi, sino por ellos. De despedidas en los aeropuertos sin saber bien cuándo sería el próximo abrazo. Y así ha sido este año. Difícil es una palabra que se queda corta. Pero en parte sí, ha sido mi año. He estado con mis seres queridos, llenado la maleta de amor, extrañado a mis amigas y amigos y hecho planes únicos en cada videollamada, en cada momento del verano. Y todos de una forma han hecho que este 2020 merezca la pena.
Así que yo me quedo con lo bueno y no quería terminar el año sin decirlo. Sin dar esta pequeña reflexión que he tenido con mis amigos y familiares. Y sobre todo, para agradecer. Agradecer un abrazo de mi madre, un dibujo de mi hermano, un baile con mi hermana, una sonrisa de mi Toñito. Porque han sido pequeños momentos con todos, y eso los hace únicos. Así que gracias, a todos, no solo por apoyarme en locuras como esta, sino, también, en animarme a que siga. Gracias.
Brillo video!! como todos los que haces cariño, gracias por esas palabras alentadoras que tanta falta hacen. Que dios te bendiga!!
FELIZ AÑO NUEVO!!
Tu tia venezolana.
Mil gracias por el apoyo tía, un beso muy muy fuerre
Desde luego Andreina ha sido un año muy difícil, pero hemos sido conscientes de que esto no pasa solo en el tercer mundo, este año hemos llenado la maleta, de nuevas y complejas experiencias, para que cuando la podamos volver a cojer, volvamos a disfrutar de ella, no dejes de escribir Andreina, das mucha positividad
Muchísimas gracias Pepi, me hace muy feliz que te gustara y poder seguir fomentando la positividad, sobre todo en esta época, un fuerte abrazo!
Me ha gustado la reflexión. Es interesante “viajar” hacia dentro de nosotros/as mismos… Y cuando la vida nos brinda esa oportunidad…aprovecharla.
[…] post que se vienen nos hace mucha, pero que mucha ilusión. Y también, tras 5 años viviendo en Madrid, lo cierto es que de los pueblos de Madrid o de las pequeñas ciudades, apenas conocíamos nada. […]
[…] que siempre había pasado y que nunca había visto esa librería a la que ahora siempre voy. Y sí, Madrid también tiene mucho caos a veces, cambios, el frenesís de toda gran capital que se precie. Pero […]
[…] apenas 2 horas las que separan Madrid del Aeropuerto Marrakech-Menara, que presenta una fachada espectacular con elementos de […]