Marruecos – Chefchaouen

5 años ago
Andreína Pérez
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Por Yolanda Hernández

Chefchaouen fue para mí uno de mis destinos favoritos. Nunca antes había estado en Marruecos, y la verdad que fue un gran descubrimiento. Sus calles estrechas, sus paredes pintadas de ese color azul que hace de este lugar un sitio único y especial.

Allí el estilo de vida es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. La gente tiene sus propios puestos en las calles, vendiendo comida, especias, ropa, suvenires, etc. Los pequeños de la casa también colaboran con sus padres, ya que desde muy pequeños puedes verlos por calles vendiendo. Eso sí, hay que aprender a regatear, ya que allí siempre intentaran sacarte la mayor cantidad de dinero posible. Esta es su manera de vender en sus puestos, aunque los precios son muy bajos en Chefchauoen.

Pudimos probar un poco de la gastronomía del lugar, ya que comimos en uno de los restaurantes más famosos de Chefchaouen, ya que cuando viajas allí la primera recomendación que te hacen es que no comas nada de los puestos, ya que la higiene no es muy buena.

También hicimos una pequeña ruta por el pueblo, desde sus estrechas calles azules hasta la parte más alta, donde descubrimos otra parte de marruecos. Una cascada con gran vegetación a su alrededor. Allí la gente del pueblo aprovecha a lavar su ropa o simplemente a refrescarse, ya que las temperaturas suelen ser muy altas.

Uno de los aspectos que me llamo mucho la atención fue el hecho de que todo es el pueblo tuviese las paredes pintadas de azul. Una de las personas que vivía allí nos contó que esto era así porque pintando las casas de ese color evitaban los mosquitos, ya que a los mosquitos no les gusta el color azul y por lo tanto no se acercan.

Una experiencia para no olvidar nunca.

Autor: Andreína Pérez

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