Y como nos encantan los viajes express que no sean muy costosos, seguimos con nuestra modalidad low-cost. Una forma de viajar, divertida, “fácil” y muy diferente. Ya lo hemos dicho en otros post, pero la verdad es que Italia tiene mil rincones con los cuales enamorarte y robarte el corazón. En esta ocasión nos vamos a Nemi.
La verdad que el viaje fue un poco difícil, y no fue precisamente por no saber dónde estaba, sino, más bien, por encontrar el transporte idóneo. Si tenéis coche es muy fácil de llegar. Sin embargo, si como nosotros, careces de coche, no te preocupes, que hay diversos autobús que te llevaran a tu destino. Quizás el peor problema que tiene este lugar tan bonito, es la comunicación respecto al transporte. Hablamos de una pequeña localidad italiana de la provincia de Roma, en concreto, de la región de Lazio. Y que también pertenece a la región conocida como los Catelli Romani, como il Castel Gandolfo.
Nuestra recomendación es sobre todo llevar la ruta establecida, en cuanto al transporte que hay que usar, porque sino, tendrán que hacer autostop como nosotros o tomar numerosos transportes para llegar. Pero ante todos los contratiempos, llegamos. Y mereció la pena todo el viaje, ya que esta zona es conocida por el cultivo de fresas. Pudimos disfrutar de unas tartaletas de fresas riquísimas, pero también de diversos productos derivados de las fresas, como los licores, galletas, mermeladas, etc. que tienen plantadas en el lago de Nemi o de Diana.
Un dato curioso es que este lago tiene un origen volcánico. Además, si tenéis coche, recomendamos aprovechar el viaje, y ver también el Castel Gandolfo. Ya que el lago Albano está a pocos kilómetros de allí. También, podéis disfrutar de las vistas panorámicas que se ven del lago o perderos por las calles tan pintorescas y coloridas de este pequeño pueblo de tan solo 1.978 habitantes.
“Nemi ha sido desde tiempos remotos zona de veraneo preferida de representantes políticos de Roma, como por ejemplo el ilustre Caio Giulio Cesare poseía una villa.
Según la tradición el Bosque Sagrado de Diana y todos los territorios Nemorenses fueron donados por el emperador Costantino a la basílica de San Giovanni Battista d’Albano, pero solo muy pocos documentos que remontan al siglo IX confirman este titulo de propiedad.
Hacia finales del año 1000, como la mayor parte de los Castelli Romani el territorio de Nemi pasó a la familia de los Condes de Tuscolo, y su historia esta caracterizada por una sucesión de propietarios en el curso de los siglos.”