Natalia siempre ha sentido fascinación por la cultura coreana, por lo que, en cuanto le surgió la oportunidad de viajar a Seúl, no dejó que pasara de largo. Su viaje coincidió con Chuseok, que es un gran festival de la cosecha que se extiende durante tres días – lo más similar en la cultura occidental es el día de Acción de Gracias -, por lo que las visitas a los palacios reales, de estilo tradicional coreano y situados en la zona céntrica de la ciudad, tenían la entrada gratuita.
Algunos de los sitios que recomienda visitar son la Torre de Seúl, que es una torre de comunicaciones como es Torrespaña, pero con la diferencia de que tiene un mirador en la parte alta. A este mirador se puede acceder con una entrada que cuesta el equivalente a unos diez euros. Recuerda el detalle de que había espectáculos en el ascensor de subida y que se podían comprar palomitas para consumir en el propio mirador. También indica que debajo de la torre, en la montaña sobre la que está construida, se encuentran otros miradores desde los cuales también se puede apreciar Seúl al fondo.Dentro de la propia ciudad, el espacio dedicado a los ríos que cruzan la ciudad está especialmente pensado para el disfrute de los visitantes.
El río Han cuenta con grandes espacios verdes en los que se hacen picnics a ambos lados del río. El arroyo de Cheonggyecheon, de casi seis kilómetros de longitud, pasa por el centro de la ciudad y tiene zonas preparadas para el disfrute al aire libre.Entre las zonas populares, se encuentran las calles con las tiendas y puestos de comida tradicional, la zona de artes que cuenta con actuaciones en la calle y la zona más dedicada a extranjeros, por la facilidad de salir de fiesta. Las mayores diferencias que señala a la hora de comparar la ciudad con cualquier otra que se pueda encontrar en Europa es el estilo: En el mundo occidental no es muy sencillo encontrar zonas de casas tradicionales y antiguas en la zona centro, mientras que en Seúl están prácticamente al lado de los rascacielos que pueblan el centro de la ciudad.
La comida picante es extremadamente común, al contrario que en Europa. Sin embargo, destaca la parte cultural como el mayor choque por detalles como el sujetar una puerta: En Europa das por hecho que sí te la van a sujetar si vas a pasar detrás de alguien, mientras que en Seúl no se hace. Las culturas son tan diferentes que las sitúa en dos burbujas separadas, eso sí, alejando la coreana de los estereotipos que se tienen en occidente sobre Asia.
Por Beatriz Orovio