Costa Rica con Kevin Cambronero

4 años ago
Kevin Cambronero
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¿Quieres más de Costa Rica? Empezamos

Continuamos nuestra aventura con nuestro querido Kevin Cambronero que sin lugar a dudas ya ha hecho que nos enamoremos de Costa Rica. La pureza de la naturaleza al más estado puro, el ritmo y el sabor a libertad de un lugar único.

Parque Nacional Marino Las Baulas

La importancia de este parque desde el punto de vista de conservación es el anidamiento de tortugas baula en las playas de esta área. Aún así, en la actualidad es muy difícil verlas debido a la disminución en la cantidad de individuos, pero muchos de los que las han visto dicen que son tan grandes que parecen dinosaurios. Yo no he tenido la oportunidad, aunque estuve en el parque trabajando como voluntario durante una semana. Aún así, sus playas son impresionantes, especialmente Playa Grande (al norte está Playa Ventanas, que también es muy bonita, y más allá Playa Carbón, llamada así por su arena de color negro). Hacia el sur se encuentra Tamarindo, un lugar mucho más turístico, aunque de eso no puedo hablar porque no lo conozco.

Parque Nacional Marino Las Baulas

Playa Nombre de Jesús con la ONG Kuemar

Esto no es un parque nacional, pero aquí trabaja una ONG llamada Kuemar que trabaja por la preservación de tortugas marinas, ya que a esta y otras playas cercanas llega una enorme cantidad de tortugas de 3 especies diferentes (negras, baulas y loras) a anidar. Yo hice voluntariado con ellos a través de mi universidad, pero cualquier persona que quiera puede contactarlos y hacerlo también (contacto en kuemar.org). El trabajo es cansado, pero también muy satisfactorio.

ONG Kuemar que sigue trabajando por preservar el hábita y supervivencia de las tortugas marinas

Península de Osa

Esto tampoco es un parque (aunque aquí se encuentra el Parque Nacional Corcovado, pero yo aún no lo he visitado). Este pequeño lugar es una explosión de naturaleza. Costa Rica concentra alrededor del 5% de toda la biodiversidad del planeta, y la mitad de todo eso está aquí. Conozco muy poco este lugar, pero lo he visitado un par de veces y es suficiente para darse cuenta del valor natural que contiene.

Playa Blanca

San José

La capital del país, aunque no es una ciudad particularmente bonita, también tiene algunos lugares de interés, como el Teatro nacional, el mercado central, (si van, hay que probar un «helado tradicional» en La Sorbetera de Lolo Mora; también se puede almorzar en el mercado) y diversos museos.  Al lado del Teatro Nacional se encuentra la Plaza de la Cultura, uno de los más comunes puntos de encuentro cuando hay que verse con alguien en San José, y debajo de esta plaza se encuentra el Museo de Oro Precolombino, por lo que se pueden «matar tres pájaros de un tiro». Cerca de ahí se encuentra el Parque Central, otro punto de referencia en la ciudad, y unos cientos de metros al oeste se encuentra la Iglesia de La Merced, un bonito edificio de arquitectura neogótica (no sé qué significa, pero eso dice wikipedia y suena cool).

Después, mucho más hacia el oeste se encuentra el Parque de la Sabana, un lugar enorme en el que se puede ir a pasear, hacer ejercicio, o cualquier tipo de actividad al aire libre. Para los amantes del cine: en algún lugar entre el centro de San José y la Sabana se encuentra Sala Garbo, una pequeña sala de cine independiente donde pasan una gran cantidad de películas de todas las épocas y de todo el mundo.

Música

También se hace buena música en Costa Rica. En esta playlist recopilé un poco de algunos de los grupos más conocidos del país: https://open.spotify.com/playlist/2vdBCObFqkrzZdF4ncFgt3?si=vsIppPbJSNmHCHz3Ieb9yA

Una muestra:

De comida ya se ha dicho prácticamente todo lo esencial en este blog, pero hay algo que creo que no se ha mencionado y no puedo dejar pasar por alto: nuestra sagrada Salsa Lizano. Sin ella, el gallo pinto no es gallo pinto, por ejemplo, aunque se puede usar en casi cualquier comida.

Hay muchas cosas importantes que no mencioné porque las olvidé o porque las desconozco, pero espero que estas pocas recomendaciones sirvan de algo a quien quiera venir. ¡Pura vida!

Autor: Kevin Cambronero

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