CAPADOCIA: SEGUNDA PARTE. GREEN TOUR por Yaiza García

5 años ago
Yaiza García García
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Después del madrugón del globo, empezaba nuestro largo y primer día de turismo. Elegimos el Green Tour con guía, ya que las localizaciones están bastante lejos y disponíamos de un tiempo muy ajustado. Compramos este tour a través del hotel la noche anterior y la verdad es que, por 30 euros, incluyendo traslados, comida, guía y entradas a los lugares de interés, merece muchísimo la pena.

Empezamos la aventura

Nos recogieron a las 9:30 en el hotel y regresamos sobre las 18:00, en un minibús para unas 12 personas con aire acondicionado y asientos bastante cómodos. Lo mejor del tour, fue nuestro guía, muy simpático y atento en todo momento, ¡incluso nos llamaba por nuestros nombres!

Comenzamos con una vista panorámica de las afueras de Göreme, donde nuestro guía nos explicó cómo se originó Capadocia, la cual es de origen volcánico, algo que no hubiéramos imaginado jamás, ya que las rocas que la forman son de color blanco amarillento y no del típico color ceniza. Aquí vimos algo que nos llamó muchísimo la atención, un árbol lleno de ojos turcos, de Nazar Bockuk que, según numerosas leyendas, sirve para proteger a las personas del mal.

El modus operandi del tour siempre era el mismo, llegábamos al lugar, el guía nos explicaba algo sobre él y luego nos dejaba tiempo para caminar libremente por allí, sacar fotos, curiosear, etc.

Amazing Cappadocia in 4K – Trip to Turkey – Walking Tour and Aerial View – 10-Bit Color

Nos tocan las compras

La siguiente parada fue una parada comercial en una tienda-taller de ónix, de piedras preciosas. Está enfocada principalmente a que los turistas compren, pero si no estás interesado en ello, la verdad es que también es una parada útil. Nos explicaron la diferencia entre una piedra turquesa, típica de Turquía, falsa y una verdadera y vimos muchísimos objetos curiosos como pipas gigantes y derviches danzantes. 

Después nos dirigimos a Pigeon Valley, el valle de las palomas. El lugar, como su nombre indica, está repleto de palomas y desde allí, podemos ver una panorámica espectacular del paisaje. Obtuvo ese nombre debido a que los antiguos habitantes del lugar, cavaban en la roca “casas” para estos animales, los cuidaban, ya que los necesitaban para comer y como fertilizante.

Las ciudades bajo tierra

La siguiente parada fue la Ciudad subterránea de Derinyuku en el Green Tour. En Capadocia hay más de 30 ciudades bajo tierra, pero esta es la más famosa de todas debido a su profundidad, sus 85 metros, la convierte en la ciudad más profunda del mundo, o eso se cree. Obtenían ventilación a través de las chimeneas y la iluminación la conseguían gracias a lámparas de aceite. Se construyó como modo de refugio contra los enemigos que pululaban en el exterior y tenía desde habitaciones, hasta bodegas, e incluso una iglesia.

Después de volver al autobús y pasar un buen rato en él (echando una siestita), llegamos a Selime Katedrali, una catedral cristiana en lo alto de un valle. Desde allí se puede ver una panorámica muy curiosa, ya que, durante todo el viaje, el paisaje siempre ha sido volcánico, desértico, pero desde este punto se puede ver la única zona verde de la región, el Valle de Ilhara.

Terminando el Green Tour

Es verdad que la catedral no tiene mucho aspecto de catedral, pero la estructura es impresionante, con pasillos y habitaciones enormes y otras diminutas, cuestas que dan vértigo y túneles estrechos. De ahí, tocaba ir a comer y menos mal.

Nuestra última parada y, en mi opinión, la más espectacular, fue bajar al Cañón de Ilahara. Es verdad que estaba destrozada después de muchísimas horas despierta y encima caminando y quedaba lo peor. Una caminata de varios kilómetros recorriendo todo el valle. Pensaba que me iba a morir, la verdad, pero una vez en marcha, el camino no tiene pendiente ninguna y puedes ir “a tu ritmo”. Además, las vistas son tan espectaculares y junto a la sombra de los árboles y el frescor del río Melendiz, hasta quitan el cansancio acumulado. El valle tiene una longitud de 14km, tranquilos, no los recorrimos todos. Hay varias rutas y nosotros tomamos la más rápida. Casi al final, hicimos un descanso en Tea Garden. Un chiringuito de ensueño situado en medio del río, como plataformas flotantes, donde el zumo de naranja era el producto estrella. Después de nuestro momento relax, tocaba volver al minibús.

Ese día, al llegar al hotel, estábamos tan cansadas, después de haber dormido dos horas, el globo y seguido nueve horas de excursión. Así que decidimos irnos a dormir a las nueve de la noche como dos abuelas. Queríamos aprovechar al máximo nuestro siguiente día. 

Autor: Yaiza García García

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